Los días de LUNA LLENA me recuerdan que hay que hacer «algunos ajustes» de vez en cuando. Pequeños cambios internos que sintonicen con el camino de mi bienestar, finalmente, ese es nuestro faro: sentirnos bien, plenas y felices.
Cada luna llena elevo todas mis intenciones hacia el universo y le pido que con su energía de amor infinito entre en mi corazón y se lleve todas mis limitaciones y pensamientos feos que impiden que avance.
Respiro profundamente porque en cada respiración encuentro paz y el tiempo parece deternerse. En cada respiración encuentro sabiduría y claridad para acomodar mis pensamientos. Conecto con mis prioridades y me ocupo de mis propios asuntos. Todo parece cobrar sentido y el amor gana mis batallas internas.
Cada Luna LLena es un portal hacia la transformación. Quiero invitarte a hacer «pequeños ajustes» internos, para que puedas despojarte de todos tus miedos e inseguiridades y así puedas viajar más ligera y fuerte.
Con mucho amor,
Natalia